Hotel Nacional de Cuba

El Hotel Nacional de Cuba, inaugurado el 30 de diciembre de 1930, es uno de los hoteles más clásicos y emblemáticos de La Habana. Su lujo, elegancia, distinción y servicios de primera clase se mantienen intactos después de seis décadas de liderazgo respetado en la industria hotelera cubana. Es Monumento Nacional y está declarado Memoria del Mundo por la UNESCO.

El inmueble de ocho pisos y estilo español se yergue en la cima de una colina que da al Malecón, por lo cual sus huéspedes pueden disfrutar de vistas panorámicas de la Habana Vieja y el Vedado. Los majestuosos jardines que rodean al hotel son un sitio formidable y acogedor para descansar tras un día de exploración por los centros de interés de la ciudad, o simplemente un lugar excelente para disfrutar de una bebida contemplando la enorme expansión del Mar Caribe. Un portero uniformado recibe a los huéspedes a la entrada del extenso lobby, donde enseguida llama la atención el ambiente aristocrático y lujoso del lugar (una combinación ecléctica de losas mudéjar, lámparas y techos de viga isabelinos, que recuerdan una iglesia medieval y que bien podrían ayudar a entender por qué el renombrado escritor cubano Alejo Carpentier se refirió una vez a este edificio como un “castillo encantado”.

El vestíbulo suele estar repleto de visitantes y grupos de turistas, al igual que el concurrido bar situado tras las puertas que se abren hacia los jardines. Así, uno termina por tener la sensación de que este hotel nunca duerme. El hotel cuenta con seis bares y un célebre cabaret. Al mismo tiempo, el hotel sirve de escenario a presentaciones en vivo de son, espectáculos acuáticos e incluso de desfiles de moda esporádicamente. Esto sin mencionar el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, que cada diciembre instala su sala de prensa en el hotel, donde podrá encontrarse con personalidades cubanas de la cultura y el arte, o con una que otra estrella de Hollywood. Sin embargo, el Nacional no es exclusivamente para noctámbulos o cazadores de entretenimiento: también posee un centro de negocios bien equipado, casas de cambio, nueve salones de reuniones (incluyendo el Salón Taganana, que se emplea para conferencias de prensa) donde se ofertan servicios de interpretación, y un piso completamente dedicado a ejecutivos con servicio de check in al momento y cibercafés tanto para viajeros de negocios como para aquellos que vienen a participar en congresos y convenciones.